En esta época no hay que alejarse mucho de la ciudad para encontrar bonitos rincones por los que dar un paseo y olvidarse del mundo. Los campos renacen tras el invierno y las flores toman posesión del paisaje, de todas las formas y colores, llenan prados y terrenos baldíos. La más corriente y característica de la primavera, la humilde amapola, empieza a colorear de rojo nuestros campos.
2 comentarios:
PRECIOSO DESENFOQUE , BIEN CONSEGUIDA LA PROFUNDIDA DE CAMPO , LO SENCILLO MUY BIEN VISTO
Es una preciosidad de foto!
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